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PLAN GENERAL CONTABLE

A mí me parecen manchas de rotulador , me repetía. Era día de cierre y la conexión en casa es más lenta que en la oficina, así que toda mi atención estaba en saldar el grupo seis ·          Dígame si es rotulador. Compras, Tributos, Gastos de Personal, Descuentos Financieros…Todas las cuentas eran como una fosa séptica y no sabía cómo iba a salir del mayor caos jamás visto ·          Pero ¿son manchas de rotulador? – volvió a preguntar Arranqué el ratón del ordenador, me lancé sobre la asistenta, le enrollé el cable en el cuello y apreté con todas mis fuerzas, hasta que sacó la lengua y dejó de respirar.   © Gaelia 2022

ALGORTA

Después de trece meses de vida militar, habíamos forjado una gran amistad. Nos despedimos en la Plaza de los Fueros de Estella, con un abrazo y un trozo de papel en la que nos escribimos nuestras señas y teléfonos. Nunca he sabido dónde fue a parar aquel papel que me dio mi amigo "Algorta". Nos prometimos que el día de nuestro cumpleaños nos llamaríamos para saber cómo nos iban las cosas. Cumplí veintiun años un día de mayo de 1988 y estuvo toda la tarde pendiente de la llamada que mi amigo me haría. Esperé impaciente hasta que mis amigos me llamaron para que fuéramos a tomar unas cervezas y celebrar mi cumpleaños. Volví a casa ya muy tarde y, casi sin hacer ruido,  pregunté a mi madre si alguien había llamado. Me dijo que sí, que un amigo de Algorta me llamó para felicitarme. Le pregunté si le había dado su teléfono, pero no tuve suerte.  Desde aquel día, cada quince de mayo, me acuerdo de mi compañero de fatigas y acabo pensando que, como a mí me pasó, habrá perdido mis señ

LAS LUCES DEL ALBA

Me levanté como cualquier día, a eso de las siete. Era final de agosto y la luaz entraba por la ventana que había quedado abierta toda la noche. Me dirigí al salón y me asomé al balcón para ver qué día íbamos a tener. Miré y comprobé que el paisaje era distinto. Había bastante gente por la calle y no había plataneros sino palmeras. Ya no estaba el edificio de enfrente, donde cada mañana veía a la vecina rondar por la cocina preparando el desayuno; lo había sustituido un edificio que parecía un hotel. Miré a la izquierda para comprobar si la autovía del Llobregat iba cargada, como cada mañana, pero ya no estaba; en su lugar alguien había puesto un gran campo de naranjos. Miré al hotel y ví cómo mi suegra salía por la puerta, vestida de deporte. Dejé el balcón y entré de nuevo en el salón. Una ducha, un café cargado, un magdalena y zumbando para la oficina.  Cuando volví por la tarde, quise contarle a mi mujer lo que me había pasado esa mañana pero antes de que empezara mi historia, sonó

TREABAJO DE CAMPO

Mientras caminaba por el andén recordaba el capítulo donde Colombo volvía a Hollywood. Hacía muchos años que tenía al teniente como su policía ideal porque siempre acaba averiguando quién era el asesino. Al entrar en el vagón, oteó al personal por si detectaba algún elemento sospechoso. El de los auriculares, el que lee la Tablet, el de la mascarilla negra, la de las gafas redondas o el bobo que ríe solo. El vagón era como un Mar de Cristal o un Pinar del Rey, enganchado a la Prosperidad. Como si fuera Colombo, decidió parar el tren, hablar ronco y averiguar quién era el asesino © Gaelia 2021

EN LA LINEA DE FUEGO

A hora golpearé la tumba con los nudillos, o batiré un huevo de avestruz para hacerme una tortilla campera. Saltaré por la ventana a cazar un cocodrilo que anda por los tejados detrás de los gorriones. Llamaré por el móvil a Juanjo Millás y contaré las farolas de mi calle. Subiré a los árboles de la avenida de la Paz y me enfrentaré a los antidisturbios. Daré la voz de alarma para que acudan los bomberos acompañados del Batallón Jaén 25. Me tragaré un juego de clavos y unas bombillas fundidas para mi próximo número. Haré todo eso o me guardaré la libreta en el bolsillo. © Gaelia 2021

El Rey Del Rock and Roll - ELVIS VIVE

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Igual que el gato tiene siete vidas, dicen que él tiene cientos. Se fue para siempre en el mes de agosto y quién sabe si el calor tuvo algo que ver. Dicen que sigue sudando y vistiendo con aquellos trajes blancos con incrustaciones, de solapas altas. Dicen que conduce un viejo Ford Capri rojo donde suena su música a todo volumen. Que siempre echa gasolina en una moderna estación de servicio en una isla griega donde nunca hace frío; y mientras espera a que le llenen el depósito, dicen que  tiene tiempo de cantar para Michael Jackson, Jesús Gil y Bruce Lee.   © Gaelia 2021 Foto de  Garvin St. Villier  en  Pexels

HISTORIAS IMPOSIBLES

  Habría sido insufrible ver a ese pedazo de cachas haciéndole el boca a boca. El Cid Campeador conquistó Valencia y Moctezuma fue el rey de los aztecas. – Quiero una historia que contenga estas dos frases, que sea potente y que nos haga pensar. – Pero, seño, estas dos frases no casan. ¿Cómo lo vamos a hacer? – Las palabras son como el pegamento de las historias. Son las líneas entre dos puntos aparentemente paralelos – Mi madre dice que el pegamento de las albóndigas es el huevo. – Pues coge un kilo de palabras, media docena de huevos, dos frases que no pegan, les agregas esfuerzo y… – ¿Lo adornamos con perejil? Gaelia 2021